lunes, 27 de febrero de 2012

LA SALIDA DEL POZO

Secuestrados por las sombras.
La noche reinó por el día.
Luz y esperanzas, pocas;
más bien, angustia y desdicha.
El silencio fue banda sonora;
la soledad, la mejor compañía;
y pensásteis que la aurora
ya nunca regresaría.
Y la costumbre os arropa
si no se ve la salida;
cuando el sueco síndrome aflora
y no pensáis en la huída.
Inercia que crea zozobra
cuando la noche agoniza,
y va llegando la hora
de romper con la rutina,
de salir de la zona fosca,
y de regresar a la vida.
Mas del reo es deber, por honra,
luchar contra la desidia,
contra molinos, pozos y pozas;
y volver a la partida.
Abrid las ventanas de la alcoba.
Dad salvoconducto a la brisa.
Que el olor de jazmines y rosas
os devuelvan la sonrisa.
Oíd los ruidos. Tocad las cosas
Mirad la gente. Besad sin prisa